Una reciente noticia publicada en el periódico Faro de Vigo despertó la curiosidad del señor Bandua (3.000 castros de Galicia). El titular era ciertamente escalofriante: "Solo una veintena de los 3.000 castros de Galicia reúnen condiciones para ser visitados". Todavía tenía reciente en mi retina la lectura de un artículo de varios arqueólogos reclamando un mayor grado de acceso a la información procedente de las diferentes excavaciones arqueológicas realizadas en los castros gallegos (La biografía de los yacimientos de la Edad del Hierro en Galicia). Lo único que entendí de esta investigación es un frío dato estadístico: 502 intervenciones en 147 yacimientos castreños.
Volvamos a repensar lo que acabamos de decir. Si de los 3000 castros de Galicia, 147 de ellos fueron excavados, y a su vez, sólo 20 de ellos se encuentran accesibles al público. Y si continuamos por esta línea, y exclusivamente referida a Galicia, de esta veintena de castros, únicamente 6 de ellos tienen una infraestructura museística asociada: Baroña, Santa Trega, Castrolandín, Neixón, Vigo y Viladonga. Siendo exclusivamente el Castro de Viladonga el único que puede presumir de un museo de cierta entidad, a la espera de la apertura del célebre Parque Arqueológico de la Edad de Hierro, situado en San Cibrán de Lás ¿Cuál es la situación de la Cultura Castreña en Galicia?
Los números se pueden interpretar de mil maneras. Pero es curioso que los asistentes a las I Xornadas sobre a conservación de castros galegos no pudieron visitar el yacimiento castreño de Saá, en Baltar. Y no digamos de los castros olvidados en la lista del periodista en su noticia: Borneiro, Castromao, Elviña, etcétera. Aunque es probable que yo sea el menos indicado para criticar si miramos las ausencias del apartado "Elige tu castro favorito" de este blog. Ya sabéis, "Algo huele a podrido en Dinamarca".
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